martes, 27 de enero de 2015

Afortunado...

Hoy hace 11 días que cometí un error... Tal vez de los más grandes que voy a cometer en mi vida, al menos eso espero, porque no solo puse en peligro mi vida sino la de todos los que estaban alrededor de mi en ese momento. Si yo fuera mi amigo seguramente haría lo que todos los que saben de este "accidente" , decirme que no me preocupe, mandarme al medico y decirme que lo más importan es que yo estoy bien...

Pero no pretendo engañarme, también me juzgaría con todo el rigor posible, los seres humanos lo hacemos a cada momento, con personas que ni nos interesan, con mas razón lo hacemos con personas que consideramos cercanas, por lo menos yo lo haría...

Y es que tal y como yo lo veo, no es simplemente un error, es una completa falta de sentido común, de atención, de descuido a mis valores, a lo que llevo 26 años tratando de formar en mi interior, de lo que quiero ser y en algún momento reflejar hacia el mundo, mi mundo por lo menos.

He pasado el ultimo año cambiando de trabajo constantemente, como me dijo alguna vez un amigo... "Es que nada te tiene contento wey, tienes lo que varios buscamos, pero nada te complace"... y es cierto, de un tiempo para acá nada me tiene contento, nada me llena, pienso mas en los problemas y en los contratiempos que en las cosas buenas que suceden a mi alrededor, me he vuelto inseguro a tal nivel de necesitar la aprobación de unos cuantos para sentir que estoy bien, eso me molesta, porque sé que está mal, que no soy así y que yo solo me he puesto en esa posición tan cómoda, porque cuando los demás te ven inseguro, hacen todo lo posible por no remarcarte tus errores, con la vaga esperanza de que te recuperes, eso lo noto a mi alrededor y es algo que me incomoda mucho, porque no estoy acostumbrado a tirarme al piso y recibir atención por ser un pedazo de hombre que no es ni seguro ni bueno para algo, para mí, todo se hace con esfuerzo, con dedicación, no andando por aquí y por allá lloriqueando para que se compadezcan de ti, en fin, para mí, eres o no eres, tu lo decides a cada momento y cada día, no hay medias tintas, es mas, las personas inseguras me molestan, me hacen pensar que no tienen lo suficiente para enfrentar los retos del día a día, en pocas palabras, me hacen pensar que les faltan hue... para ser alguien en la vida, en fin, como todos los días, debo buscar una solución a esto, encontrar ese equilibrio entre lo que quiero y lo que debo hacer, algún motivo dentro de mí, porque llevo un rato buscándolo fuera y por lo visto, no sirve, en realidad nadie puede arreglarme, solo yo, y si... me siento roto, pero roto en serio.

Dejando a un lado todo el drama escrito aquí arriba debo decir que después de todo lo vivido durante estos días, el sábado pasado tuve la oportunidad de ponerme unos guantes de nuevo, pararme bajo un marco de metal y atajar balones... eso es algo que he hecho durante años y años y años, que tiene de especial ahora?, he ganado finales, he levantado trofeos, me he colgado medallas y he sido factor para el triunfo en muchos juegos, pero nunca, nunca había tenido esas ganas enormes de tirarme al suelo y llorar como cuando era niño, pero llorar de felicidad, por emoción desbordada...

Todos esos días antes del partido me sentía "ido" pero bien, con dolores en el cuerpo por el accidente, pero me repetía a mi mismo que los merecía como castigo propio por mi estupidez, cuando me cambiaba en el campo ví mis piernas y tuve sentimientos encontrados, recordé presenciar algunos accidentes antes y pensar lo poco afortunadas que eran esas personas, pero cuando llegue a la portería la emoción me invadió completamente, evité a toda costa que mis compañeros del equipo me vieran derramando un par de lagrimas de emoción mientras hacían tiros calentando y reían de mi poca reacción ante estos, tenía ganas de gritar, de darme unos zapes por idiota, de sonreír, de abrazar a cada uno de los integrantes del equipo, tenia ganas de besar el balón y daba pasitos a la derecha y a la izquierda sintiendo mis piernas, cuando un balón llegaba a mis manos, disfrutaba la fuerza con la que empujaba mis brazos hacia atrás, en ese momento me sentí AFORTUNADO con la vida, afortunado por poder estar ahí parado, haciendo lo que me gusta, sin mas que dos rasguños y dolores musculares, me sentí afortunado por ser YO, por tener esa oportunidad de ir un fin de semana mas a jugar y a disfrutar en un campo de fútbol.

Nadie se dió cuenta en el equipo de esto, pero ahora espero el sábado siguiente como si fuera el último juego de mi vida, tengo las mismas preocupaciones y ahora algunas mas, pero por primera vez en mucho tiempo, hay algo de luz dentro de mi.

Evidentemente el fútbol no es la razón por la que me siento afotunado, fue la cereza del pastel, pero en realidad la alegría que sentí fue por el hecho de tener un día mas...

Como nota final, toda mi vida está basada en la búsqueda de la verdad y en la honestidad de la gente, pero cada día me cuesta mas trabajo encontrarla en mi mismo, ojalá hubiera un manual para recuperar el camino...

Victor Hugo Olvera Cruz.