lunes, 25 de abril de 2016

Doña Lupita...

Guadalupe fue su nombre, "Lupita" para la mayoría de la gente, pero para algunos igualados como yo, la conocimos como "Lupilla" o "Lupis",,,

Seguramente me equivocaré en fechas, acontecimientos, momentos y lugares, pero lo escribiré tal cual lo recuerdo.

Las historias (Sus historias) dicen que la mayor parte de su vida fue una mujer reacia, de carácter fuerte, de mecha corta y sangre caliente, que cuando era provocada, también se sabia dos que tres palabras en lenguaje florido. 

Poblana, viviendo en la capital desde temprana edad y a mi parecer, enfrentándose a una ciudad en desarrollo, siempre tuvo la convicción y el deseo firme de no dejarse de nadie y sobre todo, de conseguir lo que se merecía, de mejorar, con todo y el carácter fuerte que la caracterizaba y que a veces le jugaba en contra, siempre supo salir adelante.

Enfermera de profesión y mamá de seis, por las cuentas y las historias, estudió ya teniendo familia y a mi parecer, sobre una situación nada sencilla y en una época donde si bien las cosas no eran nada fáciles para nadie, las mujeres aun cargaban mas clichés y estigmas de antaño. 

Cuentan que lo que ella mandaba se hacia al pie de la letra, su jerarquía era evidente y las tradiciones impuestas por ella siempre se respetaban, no era para nada una "General", pero hablaba fuerte y su voz siempre era escuchada y obedecida, aun cuando hubiera mejores alternativas, así era la especie de matriarcado implementado por Lupita, al menos, eso es lo que alcanzo a captar de múltiples historias escuchadas a lo largo de mis años...


Yo la conocí cuando ella ya rondaba los 60, y mis primeros recuerdos de ella son de cuando ya pasaba los 60, yo era un niño, iba en la primaria y ella iba por mi, a veces sola, a veces en compañía de un primo todavía mas pequeño que yo, según mis recuerdos, nunca llegó tarde y siempre pasábamos al mercado a hacer el mandado para la comida del día, o de la semana, la comida para el perro, del gato, qué se yo, siempre había algún motivo para pasar a ese mercado que hasta la fecha, me provoca algo por la combinación de olores entre carne, verduras, jugos, hierbas y demás. 

Regresando al punto, a pesar de que parecía siempre tener planificado su día, habia momentos, como cuando la traje como 1 hora consiguiendo un helado de churro sabor fresa y vainilla que habia visto dias antes pero no recordaba donde, mi "Lupis", a pesar del mandado, la edad y la prisa, se pasó casi una hora buscando ese helado para mi, preguntó a todo mundo hasta que lo encontramos, se imaginan?, perder  una hora de su tiempo solo por el antojo/capricho de un niño?, hoy comprendo que esa era una de sus tantas formas de decir "te quiero".

Otra situación recurrente al pasar con ella afuera de las zapateras era escuchar "Hijo, no quieres unos tenis de esos?", a lo que siempre mi respuesta fue "No Lupis, gracias", por pena y porque a decir verdad, los tenis no me gustaban jajaja, no saben la cantidad de veces que escuché esa pregunta, años mas tarde me confesó que me lo preguntaba porque a ella también le daban ganas de comprarse unos pero necesitaba un cómplice para poder hacerlo.

La rutina era la misma, salir de la escuela, caminar, subirse al camión, bajar en el mercado, comprar lo necesario, tomar otro camión, caminar otro poco, llegar a su casa y mientras ella preparaba la comida, yo tenia que hacer mi tarea, para que cuando mi familia pasara por mi, ya estuviera todo hecho, dicho sea de paso, al ser de Puebla, el mole le quedaba sabroso a mas no poder, no sé si decir que el único que hasta el momento no me causa agruras, y eso es mucho decir para mi estomago mamila y la gastritis que me cargo, algo que puedo recordar es siempre su sazón, la sopa de fideo y el hígado encebollado que odie durante muchos años, no por como lo cocinaba, sino por la consistencia de la carne en sí, con todo y todo, comer en su casa siempre era comer sabroso.

Su patio era mi estadio, ahí aprendí (o no aprendí jajaja) a jugar fut con mis primos, las paredes y el sonido hueco rara vez le molestaba, hasta que se oía algún foco romperse, no tengo la cuenta de cuantos focos troné a pelotazos en ese patio, pero no recuerdo que alguna vez me haya puesto una mano encima o me haya llamado la atención fuerte por eso, tampoco es que le hiciera mucha gracia.

Conforme fui creciendo esa rutina cambió y ya no fue mas por mi a la escuela, no sé si por cambios de horario, por mi deseo de estar en casa y no pasarme todo el día en la de ella o qué sucedió, pero las visitas a su casa eran cada vez menos, de vez en vez (ahora que lo pienso supongo que era muy seguido) llamaba para ver como estábamos y preguntar si necesitábamos algo.

Navidades, año nuevo, día de la independencia, día de la madre, 12 de diciembre y etc. siempre eran en su casa, el punto de reunión para toda la familia, al principio por gusto, luego por tradición, después por obligación, al menos así lo percibí yo, basándome en eso puedo decir que fui parte de cierta "rebelión" (si se puede llamar así) para poder expandir esto y no estar siempre ahí.

Otro de los recuerdos mas vívidos que tengo en su casa, es de los 15 de septiembre, cuando se nos daba libertad, confianza o no sé que carajos para traer cohetes a mis primos y a mi, aventarlos de banqueta a banqueta y dejar un relajo en la calle, se valía de todo, pero cuando ya tronaba algo muy fuerte, recibíamos nuestro respectivo regaño y le bajábamos a nuestro relajo, todo esto era con varias condiciones, que si bien se sobreentendían, no recuerdo que nos las dijeran directamente, estas eran que nos aguantáramos  si íbamos  jugar pesado y la otra, que al otro dia o esa misma noche, saldríamos con escoba y recogedor en mano, para dejar la calle limpia de nuestra "guerrita".

Su casa, grande y de varias recamaras, siempre sirvió para multitud de juegos, escondidillas, "las traes", fútbol, realmente me costaba cierto trabajo entender las historias que escuchaba sobre su carácter porque su casa siempre la entendí como un salón grande de juegos, que en cierto momento de mi adolescencia me asfixio, pero que durante mi niñez no fue mas que el lugar para divertirme con mis primos, corriendo para todos lados, cerrando y abriendo puertas, corriendo en las escaleras, usando las cortinas para esconderse. Como mencioné arriba, hubo un tiempo durante mi adolescencia que ya no pasé tanto tiempo con ella, pero seguía al pendiente de mi, felicitándome por logros escolares, hablando a la casa para saber como estábamos, diciéndome que le echara ganas, todo a su manera, pero lo hacia, inclusive me regaló (no tengo claro si completa o como estuvo ese rollo) mi primer computadora, sin querer (o tal vez lo sabia) alimentó mi deseo por este en este mundillo de la tecnología haciéndome ese regalo.

Debo decir, que a pesar de no conocer ese lado autoritario de ella, ya teniendo yo mas edad, muchas veces tuvimos puntos de vista encontrados y alguna vez estuve en contra de lo que ella representaba para la familia, me asfixiaba esa jerarquía inamovible de cosas que había que hacer porque "siempre se han hecho así", un tiempo las cosas con ella no estuvieron bien, no puedo hablar por nadie mas, pero por lo menos en mis adentros, con ella no estaba en paz, y de nuevo, el  tiempo nos dio la razón a ambos, entendí cosas que ella hacia y entendí también por qué no me gustaban, nunca lo hablamos, en realidad nunca discutimos, pero de mi lado, pude entender que era una viejita bastante sabia y con mucho colmillo.

No sé si el hecho de que yo terminara una carrera y fuera profesionista la hizo feliz, pero debo decir que siempre sentí cierto orgullo de su parte al hablar de mi con otras personas, probablemente era mi ego confundiéndome, pero juro que percibía eso de su parte. 

Siempre hubo un punto en el que chocamos mi Lupis y yo... Dios.. Mi recuerdo sobre mi Lupis siempre fue de alguien cercana al templo, inclusive la acompañé cada domingo a su templo durante algún tiempo, mas por obligación, porque también iba mi familia y porque era muy chico para decidir quedarme en casa que por ganas debo admitir. Hoy creo que parte del cambio que hubo en ella, además de los años y la sensiblería que viene con ellos, fue aferrarse a Dios, tal vez por eso ya no la conocí tan ruda, tan terca. Si hay algo especial que mencionar en esta parte, es que ambos sabíamos que teníamos ideas contrarias y alguna vez las expusimos con toda calma el uno al otro, y sin decirlo, sin firmar ningún acuerdo, llegamos al punto en el que nos respetábamos, cada quien con sus creencias, aunque no perdía oportunidad de recordarme que oraba por mi y que me acercara a Dios, pero nunca me lo exigió ni condicionó su afecto hacia mi por eso. 

Seguramente me estoy saltando anécdotas que en algún momento recordaré, pero todo mi rollo de arriba es solo el contexto para poder escribir lo que siento por ella...

Me costó mucho trabajo poder soltarle un "La quiero mucho Lupis" porque nunca he sido así, y me sorprendió aun mas escuchar un "Yo también hijo" porque hasta ese momento nunca me di cuenta que ella tampoco era de las que abrazaran a cada rato o tuvieran esa manera de ser tan ...como llamarlo...tan "suelta", no era fácil hacer que esa viejita sacara sus emociones y te las dijera directamente, ella era mas de ayudar, de apoyar, de estar ahí, probablemente diciendote que debiste hacerlo mejor, pero siempre ahí, era su manera de expresarse, lo entendí hace algunos años y agradezco haber podido escuchar ese "Yo también hijo" con una voz media bajita que denotaba cierta pena por que también estaba haciendo ese esfuerzo por "abrirse" un poco.

Ya escribí que siempre estaba ahí, que hubo momentos en que no fue mi persona favorita y que con el pasar del tiempo la entendí un poco mejor, creo que al final eramos mas unidos, no sólo la amaba y quería por ser y estar siempre ahí para mi, no sólo la respetaba por ser mi abuela, la respetaba y amaba por la persona que fue, con múltiples defectos como todos, pero que desde sus posibildades, estuvo al pendiente de todos, que tuvo las ganas de ser mejor, que tuvo ese valor de hacer lo necesario para que no se quedaran como "ganas" esos objetivos que tenia, era de esas personas que no sólo pensaba, sino que hacia, eso es difícil de encontrar en cualquier época, eso hizo que se volviera mas complicado ver como se iba, porque mi cariño y amor hacia ella era tanto como el respeto que ahora le tengo.

Por último, si tuviera que elegir sólo una cosa sobre ella pudiera atesorar siempre, diría que me dejó esa simple idea de pensar, hacer y ayudar, ya que si ella dentro de un contexto complicado pudo "hacerla", yo que nací y crecí en un entorno mas amable, lo menos que merezco es lograr algo mas por mi y estar ahí para los demás.


Gracias Lupilla.


Victor Hugo Olvera Cruz.






martes, 26 de enero de 2016

Corte de caja...

15 de Enero 4:23 am aprox...


1 Año y 11 días de ese suceso, 1 año exacto de haber escrito sobre ese acontecimiento también, hoy regreso aquí a hacer cuentas solamente.

Lo merecía? Lo necesitaba? Son respuestas que aún no tengo, durante 365 días he pensado a veces que es "Si", otras tantas que es "No", sin embargo, algo cambió en mi, probablemente dejé una de las 7 vidas que tenía en ese lugar, esa madrugada, lo cierto es que algo se apagó, algo se encendió y también algo se puso en marcha dentro de mi desde ese día, Pasé muchos de estos 365 días en stand by, inerte por así decirlo, me aventuré de a poco y me concentré mucho en platicar a diario conmigo acerca de que me pasaba en ese momento por la cabeza y que quería de ahí en adelante, probablemente pude ser mas rápido para recuperarme mentalmente y si ya estuviera recuperado no estaría escribiendo sobre esto jaja, pero considero que dí algunos pasos hacia adelante.

Cómo explicarlo?... De entrada reafirmé que cuento con gente a mi alrededor que estará ahí cuando de verdad lo necesite, la mayoría ya estaban identificados por mi, por supuesto mis hermanos y mi madre, aún con todo lo que estén cargando en ese momento, tienen siempre un espacio para ayudarme incondicionalmente, a eso le vamos a sumar un amigo de hace muchos años, de todos mis años en realidad y como plus, amigos que he ido adquiriendo con el pasar de mis días, no me sorprendió ver esas caras cuando andaba todo fregado, eso es algo por lo que debo agradecer.

Segundo, dicen que cuando te caes del caballo lo primero que debes hacer es subirte de nuevo, algo así hice, me obligué a hacerlo mas por mi bien, que por tener ganas de hacerlo, este fue el primer paso para recuperar mentalmente lo perdido, obligarme a reconstruir todo lo mas rápido posible, una vez teniendo lo externo, podía comenzar con lo interno, trabajar conmigo y ayudarme.

Tercero y lo mas complicado... confianza... si bien había ido perdiéndola poco a poco en algunos aspectos de mi vida hasta ese día, recuperarla y además incrementarla ha supuesto una tarea mas complicada de lo que creía, pero hoy puedo decir que lo logré, cómo?... haciendo "pendejaditas" jajaja, se oye raro, pero ahí va, me he dado chance de aventarme volados, de no jugar a la segura y de permitir que las cosas también tengan posibilidad de salir mal, no está en mi naturaleza dejar las cosas al azar, pero me lo he permitido con pequeñas cosas, nada que impacte mucho en mi, repito, fui de a poco hasta apostar mas fuerte, hace poco escribí sobre esa apuesta también. Puedo asegurar que crecí en ese aspecto.

Como no todo podía ser bueno, me perdí un par de veces en el camino, me dejé llevar por la corriente y tomé malas decisiones con personas y asuntos que exigían mas atención de la que les dí, jugué con gente, jugué conmigo, usé y permití que me usaran, siempre por conveniencia, eso es algo que no estuvo bien, no es mi estilo, aunque he aprendido que puedo cambiar de opinión en todo momento siempre y cuando la decisión sea por mi bien, algo que he tenido claro durante muchos años es que las cosas deben ser transparentes, no para el bien de los demás, simple y sencillamente por mi tranquilidad, aún no desbloqueo el nivel de "que se chinguen los demás mientras yo esté bien" ni quiero desbloquearlo, creo firmemente en que puedo ser feliz sin joder al prójimo, sé que mis decisiones van  afectar a unos cuantos, pero procuro que sea la menor cantidad de gente y el menor impacto posible, No planeo dejar que mi integridad y valores flaqueen de nuevo por hacer lo "fácil" o lo que conviene en el momento, hay que ver mas allá, como siempre, sobre todo, debo vigilar que mis decisiones me causen tranquilidad, es decir, sean buenas o malas (Eso lo decide la mayoría de las ocasiones el tiempo), que sean sólo mis decisiónes, así de simple.

Ya para aterrizar esto, después de este tiempo, puedo decir con total seguridad lo siguiente:

Me equivoqué, muy fuerte, me ayudaron mucho, me ayudé también, estuve en la calle de la amargura un rato, pero aquí estoy de nuevo, listo, ya me perdoné, asumo mi responsabilidad y sobre todo, acepto que no puedo decidir bien todo el tiempo y que algunas cosas no están en mis manos, sin embargo, seguiré insistiendo en que puedo ser mejor persona cada día, sin importar que haya salidas mas sencillas, siempre elegiré la que crea correcta, me lo debo, mas que eso... me lo merezco... :)

Victor Hugo



lunes, 18 de enero de 2016

Entre despedida, análisis y desahogo

Poco mas de un año sin pararme por este sitio, mas por mi creciente incapacidad para comunicarme conmigo mismo que por no tener nada que contar, pero ahí vamos de nuevo...

Hay muchos temas en mi cabeza en este momento, familia, futuro, angustia, decisiones importantes, pero siendo sincero conmigo, es que una vez mas vengo a hablar de amor, mejor dicho, de desamor, autoanalisis y mentiras que nos decimos continuamente, o si prefieren llamarlo de otra forma, "verdades a medias".

Esto que voy a escribir va como una mezcla entre mi yo pensante, el que ve las cosas frías y como deben ser, mi yo sentimental, el que está triston y mi yo ardido, el que siente esa frustración  cuando las cosas no salen como las imaginó, así que ahí va...

Desde hace años conozco una chava, mucho menor que yo, no por eso menor de edad, entre los dos siempre hubo coqueteo, innecesario la verdad, desde siempre supe que era jugar con fuego, por muchas razones, la principal, la edad, desde ahí comencé a mentirme a mi mismo, pensando que se podía dar algo bien con alguien con quien compartía mas que el gusto por decir tonterías, ella por su edad, yo por el humor idiota y capacidad para sacar un comentario que hace reír que siempre he tenido, eso y alguno que otro gusto musical, terminando con la tensión física que hay cuando alguien te atrae.

Tonteamos durante años, alguna vez me clavé con ella, luego la vi como era en realidad y la mantuve a raya, con la coquetería de siempre, pero en mi corazón no era mas que alguien con quien quería estar solamente en plan físico y ya, peeeeeeeero... pues en el corazón no se manda, uno idiota, le hablan bonito y se emociona, como perro a punto de ser adoptado jajaja.

Por fin, después de mucho, se veía como un chance real de intentarlo, todo pasó rápido, en un mes salimos, hicimos y deshicimos muchas cosas, si embargo, cuando empezamos a salir, ella acababa de terminar con el novio, error número uno mío, apoyar la teoría de un clavo saca otro clavo, me considero lo suficientemente bueno como para lograr lo que sea, pero hay teorías como esa que son irrefutables, no debí prestarme a ser plato de segunda para quitar el mal sabor de la comida pasada, error de ella, comenzar algo cuando no suelta otra cosa, mi yo frío me dijo desde ahí que eso sería pasajero y que me diera cuenta que con esa apuesta suicida de ella en un momento de dolor solo me demostraba lo poco que en realidad me consideraba, pero mi yo entusiasta me dijo "hazlo, juega tus mejores cartas, que no quede en ti".

En fin, no planeo detallar mucho, pero la pasamos bien, y justo cuando creí que lo había logrado, si, meterme en su mente y corazón, volvió a ver a su ex... eso fue como un baño de agua helada, que digo helada, fue como bañarme en el agua de un iceberg que se descongela, porque pensé por un momento que había comunicación, que había confianza y que había sobre todo, compromiso de intentar las cosas en serio, al parecer no fue así, desde ese momento, pero sin decírselo, me decepcioné de ella profundamente, no por el hecho de ver a su ex, que si bien me dolió, me dio coraje y hasta celos, el motivo real de mi decepción fue que ocultó el hecho, esa transparencia que parecía haber entre nosotros, esa complicidad, se rompió, me pasé otro mes intentando hacer a un lado mis demonios y mi lado frío, pero su voz fue cada vez mas fuerte, el "te lo dije" retumbaba en mi cabeza todo el tiempo, y por otro lado había un "no le hagas caso, aviéntate".

No sabría como describir mis sensaciones al verla, había una profunda emoción por estar con ella, pero al mismo tiempo coraje, desilusión, tristeza y algo mas, que de verdad, no tengo palabras para describirlo, era como si algo importante, algo vital hubiera sido arrebatado de mi, como si mi venda finalmente hubiera sido quitada y viera con lagrimas en los ojos y horror todo lo que yo mismo me advertí y que ignore por terco... ella no era lo que yo creía aunque era lo que quería...si... me enamoré de ella.

No niego que después de mucho tiempo fue padre volver a sentir esa cosquilla, esa emoción por mandar un mensaje, por hacer una llamada, por ver a alguien, por esperar cierta hora para encontrarme con ella, por ir a recoger a alguien a su casa, eso es positivo para mi, darme cuenta que puedo hacerlo, se siente bien tener a alguien que provoque eso en tu vida. Por otro lado, mi análisis mas frío me dice que me engañe desde el principio, que debí dejarlo como algo físico y plantearlo así desde el principio, fallé a esa "honestidad" que siempre pondero, si, eso me dio oportunidad de experimentar cosas olvidadas y padres pero también me trajo algunos sinsabores y amarguras de mas, en fin, por mas entrenamiento en estos años, vuelvo a comprobar que cuando alguien te late, haces tonterías, no queda otra mas que levantar la cara, pararse de nuevo y seguir con un poquito de dolor, que el tiempo curará siempre y cuando yo lo permita, habrá que leer mucho para saber la mejor manera de superar a una persona de esa manera, recuperarme también de la mentira que me dije a mi mismo, darme chance de confiar en alguien mas cuando llegue el momento y sobre todo, de ser feliz.

Hoy ando de capa caída, pero quería escribir para dejar esto como recordatorio para mi en el futuro, como desahogo para mi en el presente y por supuesto, como uno de los intentos por avanzar y cerrar esto un poco mas, para que duela menos, aunque es raro, duele, pero no como el primer amor, no hay lagrimas, hay mas decepción que otra cosa, tal vez sea la edad, tal vez eso sea madurar, dicen que con los años no aprendes a querer mas que la primera vez, pero aprendes a querer mejor, igual lo mismo pasa con la parte de dejar ir personas, aprendes que si pudiste dejar ir  a una muy importante, la primera que te hizo sentir así, todas las demás se vuelven mas fáciles de dejar ir...

Creo que no volveré aquí en otro buen rato, pero admito que me gustaría hacerlo mas seguido, teclear mis sentimientos, libera mucho, me da ánimos de seguir, me hace sentir ligero, sobre todo, me hace creer que sigo en contacto conmigo y con todo eso que me permite vivir tranquilo, con preocupaciones como todos, pero sin engañar mi esencia, porque no podría vivir sabiendo que no soy honesto conmigo mismo, mi vida esta basada en la búsqueda de la verdad, al principio del mundo, luego de todos, hoy sé que la única que siempre me interesó, es la mía, de esa manera puedo ir por la vida sin apegos innecesarios, ser y dejar ser, difícil si, mucho, mas cuando eres terco y confías en tus decisiones, pero cuando estás comprometido contigo y te conoces, puedes lograrlo.

A manera de cierre...

Te quise mucho

En fin, otra sesión de 45 min y $500 que un psicólogo no recibirá hoy jaja.

Victor Hugo Olvera Cruz